La covid-19 ha marcado un antes y un después en la humanidad, la cotidianidad, el ritmo acelerado del día a día y los planes a futuro entraron en pausa, una pausa que hasta momento no tiene un fin claro y ha generado un alto grado de estrés en la familia.
Para muchos, el 2020 sería un año de cambios y transformaciones, de metas cumplidas y viajes realizados; sin embargo, un hecho sin precedentes puso en alerta al mundo obligándolo a resguardarse, dejar de mirar hacia afuera y empezar a valorar lo de adentro, el mundo estaba frente a una pandemia.
A partir de ese momento, el estrés en la familia comenzó a tomar fuerza teniendo en cuenta que todos los miembros tendrían que ejercer sus labores familiares, personales y laborales en un mismo espacio, trayendo consigo conflictos y desacuerdos.
Los niños dejaron de ir a las escuelas, los padres comenzaron a trabajar desde sus casas y los tiempos empezaron a mezclarse, poco a poco, 24 horas no eran suficientes para conectar a los hijos en sus clases virtuales, estar en teletrabajo ocho horas y realizar las laborar de la casa.
Estrés en la familia, los estudios lo demuestran
Un estudio científico, liderado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) arrojó que siete de cada diez personas presentaron síntomas de estrés postraumático con un porcentaje del 68.5%, una de cada cinco sufrió de ansiedad con el 19.5%. mientras que uno de cada cuatro tuvo cuadros de depresión (25%) en la primera ola de la pandemia.
El estudio también reveló que en las mujeres sufrieron con más frecuencia este tipo de episodios; debido a que, en muchos casos son ellas las que realizan las labores del hogar, atienden a los hijos y laboralmente son activas; lo que puede generar estrés en la familia por la acumulación de actividades.
Para sorpresa de los investigadores, los adultos mayores son los menos afectados psicológicamente hablando, se podría deducir que por su edad y experiencia regulan más fácilmente sus emociones, sin desconocer que al estar en confinamiento, muchos de ellos han dejado de ver a sus seres queridos y les ha afectado en su vida cotidiana, sumado a que son la población más vulnerable frente a la covid-19.
Consecuencias familiares por la pandemia
Los hogares, luego del anuncio del confinamiento y de las alertas dadas por la Organización Mundial de la Salud OMS, empezaron a afrontar una serie de situaciones que generaron cambios y estrés en la familiatales como:
· Crisis económica
· Crisis laboral
· Maltrato y violencia
A continuación, hablaremos de cada uno de ellos:
Crisis económica
Luego de la decisión de entrar en confinamiento, las empresas tuvieron que enfrentar el reto de transformar su forma de trabajo, la mayoría lo lograron; sin embargo, otras no pudieron mantenerse a flote y se vieron obligadas a despedir a parte de sus empleados y en otros casos, a su totalidad.
De acuerdo a los pronósticos del Banco Mundial, la economía en el mundo presentará una reducción del 5.2%, considerándose la peor recesión desde La Segunda Guerra Mundial; la disminución en los ingresos ha provocado que millones de personas lleguen a la pobreza extrema.
Lo anterior, trajo consigo que se acentuara el estrés en la familia por la reducción de sus ingresos y como consecuencia de esto el cambio de estilo de vida en los hogares, teniendo en cuenta que el dinero es uno de los factores más importantes en la estabilidad emocional de un hogar.
Crisis laboral
El desempleo ha sido uno de las principales consecuencias de la pandemia, como resultado de la crisis económica de las empresas y debido al confinamiento, los trabajos informales se vieron afectados y sus ingresos durante la primera ola de la Covid 19 se redujeron considerablemente.
La Organización Internacional del Trabajo OIT, en su informe más reciente, confirma que la pandemia ha dejado alrededor de 34 millones de desempleados en América Latina, en su gran mayoría jóvenes y mujeres con trabajos informales, generando estrés en la familia ante un panorama incierto.
En medio de la reapertura gradual que se ha producido en las empresas a nivel mundial, se busca mitigar esta crisis laboral generando empleos, reinventándose como empleador y como empleado, proyectándose para un 2021 más productivo.
Maltrato y Violencia
En medio del confinamiento se generó un aumento considerable en los índices de maltrato infantil e intrafamiliar; el estrés en la familia ha llevado a que tanto los padres como los hijos presenten conductas depresivas que conllevan a un posible maltrato físico y/o psicológico.
Según la Unesco, el cierre de los establecimientos escolares y la permanencia total en la casa ha llevado a tener menos posibilidad de gestionar la crisis y a reorganizar su vida cotidiana, teniendo en cuenta que los niños ven sus clases desde la casa y simultáneamente los padres trabajan.
En muchas ocasiones el sitio seguro de los niños es la escuela, es por ello que la Unesco aconseja que se asesoren con el personal de la salud idóneo quien por medio de terapias puedan mitigar el estrés en la familia
En el informe del “Estado Global sobre la prevención de la violencia contra los niños 2020” se estima que uno de cada tres niños sufre violencia emocional en sus casas y según la ONU se presentan más de 10 feminicidios por día en América Latina.
¿Qué aconsejan los expertos frente al estrés en la familia?
Los psicólogos, quienes son los llamados ayudar a enfrentar el estrés en la familia aconsejan que para enfrentar una etapa de confinamiento en época de pandemia es importante:
· El dialogo permanente entre todos los miembros de la familia, considerando que la comunicación es una de las bases de una armonía familiar
· Hacer un cronograma diario de las tareas o actividades que se realizarán en casa y así optimizar tiempo y no tener sobrecargas que pueden generar estrés,
· En momentos de crisis, mantener la calma y comunicarse con su sistema de salud si considera que puede correr peligro la integridad física y psicológica de algún miembro de la familia para comenzar una terapia.
El sector de la salud no descarta un posible nuevo confinamiento sectorizado, teniendo en cuenta que las vacunas que están próximas a llegar a algunos países no cubren la totalidad de la población, por lo cual es importante la intervención de terapia psicológica si así se requiere.
Inicie con tratamiento en enero del 2020 por TAG, pero x la pandemia ya no regrese con la Psicólogo y suspendí la Sentralina después de 8 meses.
Ahora tengo problemas con el habla (como cuando te anestesian la
boca) no es todo el tiempo pero cuando me estreso creo que me pasa eso y se me seca mucho la boca.
El Neurólogo me diagnosticó posible apnea del sueño y definitivamente me dijo sufruo de ansiedad, me recetó:
• Neolaikan 500mg X las mañanas
• Hidroxizina 10mg X las noches
Sigo con boca seca, falta de apetito, angustia de que me pase algo, definitivamente esto empeoro con el confinamiento y los problemas económicos.