La semana pasada les mencioné algunos de las causas por los cuales los niños pueden tener un trastorno del sueño, hoy daremos continuidad a este tema con otras posibles causas y tratamientos.
Insomnio por higiene del sueño inadecuada
Se refiere al insomnio que se provoca o está favorecido por algunas actividades que se hacen antes de acostarse, como por ejemplo comer chocolate, tomar bebidas energizantes, realizar actividades mentales, físicas (ejercicio) o emocionales (juegos, discusiones) y que dificultan que el niño se quede dormido porque este muy alerta.
Tampoco son recomendables los videojuegos justo antes de irse a dormir y ¡cuidado con los teléfonos móviles y los adolescentes!, el ruido continuo de la entrada de mensajes puede evitar que concilien el sueño. Una buena enseñanza: a partir de cierta hora, móviles apagados.
Factores que favorecen el insomnio
Inadecuada higiene del sueño.
Dificultad para el establecimiento de límites al niño.
Heredabilidad, el insomnio es más frecuente en hijos de padres que padecen insomnio.
¿Cómo se puede tratar?
Con el trabajo conjunto de profesionales sanitarios y padres se suele solucionar el problema. Mejorando el insomnio aumenta el bienestar de los niños y de los padres.
Entre los tratamientos eficaces están las medidas de higiene del sueño, las intervenciones psicológicas y los tratamientos alternativos como el de Neurowell en donde realizamos una lectura del cerebro y esta misma se traduce en tonos acústicos que el cerebro logra captar para comprender y comenzar a generar un cambio sin medicamentos.
Intervenciones psicológicas y tratamientos alternativos
Actúan sobre la conducta y sirven para reducir la resistencia a la hora de acostarse y los despertares nocturnos. Las técnicas que se recomiendan dependen de la edad del niño.
Priscilla de León
Referencias
Haimov, I., Shatil, E. Cognitive training improves sleep quality and cognitive function among older adults with insomnia. PLoS One. 2013 Apr. 8(4).
Haimov, I., Hanukkah, E., Horowitz, Y. Chronic insomnia and cognitive functioning among older adults. Behavioral Sleep Medicine. 2008 Jan. 6(1):32-54.
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